jueves, 4 de junio de 2015

LA PENETRACIÓN DE LA TV YA NO ES GARANTÍA PARA SU EFICACIA EN LA PUBLICIDAD.

A la televisión mundial también le llegó su hora de crisis.

Durante muchísimos años este poderoso medio de comunicación de masas, y eficaz herramienta para la publicidad, ha sido la líder en la inversión publicitaria mundial basada en algunos puntos principales: en su poder argumental para las marcas, la posibilidad de segmentar acorde con sus ratings, y especialmente por su alta penetración territorial.
Debido a la crisis que comienza a afectar al medio, cada una de estas condiciones vive ya su propia problemática.
Los creativos están encontrando en las redes sociales opciones interesantes para contar sus historias, bajo las propias reglas que ya rigen en el lenguaje de cada red y la verdad sea dicha, con presupuestos muy inferiores. Esas opciones, sumadas a la masificación de las redes sociales, son una clara alternativa ante la televisión.
La segmentación que se logra con la medición del rating (al poder elegir programas claves, el tipo de la audiencia, las franjas horarias, etc.) ya está mandada a recoger, porque el rating por el que pagan las centrales de medios y los anunciantes no es real. Me explico: el rating que se informa en la gestión comercial corresponde a la audiencia que obtiene el programa como tal, debido a su interés y temática, y no equivale a la audiencia que conserva en sus cortes de comerciales, que es muy inferior (se calcula en no más del 32% el porcentaje de personas que continúan frente al receptor sin cambiar el canal cuando llegan los comerciales). 
Sobre su alta penetración, hay q decir que ha sido el gran caballo de batalla del medio.  Se trata de la capacidad de lograr el  mayor cubrimiento físico de un país o una región, llegando al máximo potencial de público televidente posible.  Hoy se estima muy cercana al 100% en Colombia, y la comparten prácticamente por igual todos los canales nacionales, regionales y locales. Y el promedio de televisores por hogar ya está en aproximadamente 3,2 lo que significa que los diferentes miembros de la familia no tienen que ver una sola opción de programas, sino que pueden escoger cada uno a su gusto.
Y aquí viene mi punto, que sustenta el título de hoy:
·         ¿Qué tan importante será ya evaluar la penetración de la televisión, basada en su cubrimiento geográfico y/o en la tenencia de receptores más el número de habitantes por hogar, si ésta es válida únicamente en la medida en que el público tiene acceso al medio como genérico?  
·         ¿Será que por la alta penetración, el medio debe seguir recibiendo la mayor parte de la torta publicitaria?
El anunciante y las centrales de medios deben calcular si, ante tanta autocompetencia y niveles altos del zapping, la inversión que hacen con su pauta en la televisión, y en especial en los canales privados es la adecuada.  Sin duda alguna la planeación de la pauta requiere herramientas vitales que garanticen el objetivo real (llegar al target seleccionado para contarle acerca de un producto o servicio). Entonces surge otra pregunta: ¿la suma que logran de los GRP es válida? Personalmente creo que sumar los impactos logrados (GRPs) con los ratings de televisión nacional, más regional, más paga, es sumar peras con manzanas (especialmente la TV paga).

Sin duda alguna urge buscar otras formas de aprovechar y de usar el medio sin perjuicio del presupuesto los anunciantes.  La tarea queda a las centrales y a los representantes del medio en especial.

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